Ha estado acompañada por sus padres, su hermano mellizo y el diputado provincial de Cultura de la Diputación de Badajoz

“Quiero dar las gracias a todos los que han estado conmigo ayudándome y apoyándome en este arte, especialmente a la Diputación de Badajoz por concederme una beca en 2007, beca que fue muy bien aprovechada”.

Con esta declaración ha arrancado la comparecencia de la joven cantaora

Celia Romero en la presentación a los medios de comunicación del trofeo y los diplomas como triunfadora de la Lámpara minera y de la especialidad de tarantas. El galardón lo obtuvo hace escasamente 10 días en el Festival Internacional del Cante de Las Minas.

A Celia la han acompañado, junto sus padres y su hermano mellizo, el diputado provincial de Cultura de la Diputación de Badajoz, Miguel Ruíz, quien ha declarado que “Celia Romero ha ganado en La Unión un nóbel de flamenco, igual que alcanzaron artistas de la talla de Miguel Poveda, Maite Martín, Rocío Márquez o nuestro Miguel de Tena”.

El responsable político del área cultural de la Institución pacense entiende que la hazaña de la joven cantaora ha alegrado a todos los buenos aficionados al cante y “especialmente a esta Diputación de Badajoz porque la decidida apuesta que hacemos por los jóvenes es ya una larga tradición que está dando y seguirá dando buenos resultados”. Ruíz hizo referencia a las jóvenes promesas y valores del flamenco becados con la recaudación del Festival de Porrina y a los alumnos de la Escuela Taurina, “ya que en los once años de existencia han pasado por ella más de 500 alumnos y ha dado grandes novilleros y toreros, baste recordar los recientes éxitos de Tomás Angulo y Tomás Campo”.

La beca de la Diputación la han disfrutado nombres como Miguel de Tena, Esther Merino o Pedro Cintas, junto al que se otorgó en 2007 a Celia Romero.

“A la calidad y constancia de Celia se une el decidido apoyo de su familia, de sus padres, Félix y Teo, de su hermano Felisín, que han estado codo a codo con ella en los momentos difíciles y en los alegres como este triunfo”, ha conluído el diputado provincial.

La beca concedida a Celia sirvió para realizar un curso intensivo de verano en Sevilla. Allí se formó en la Fundación Cristina Heeren. La experiencia fue tan productiva que regresó al año siguiente, continuando posteriormente con otros profesores como Miguel de Tena, con el que lleva dos años.

Recuerda Celia Romero que “con 13 años no pensaba en triunfar como lo he hecho en La Unión, yo sabía que algún día me tenía que llevar la lámpara pero no creía que con 16 años. De ahora en adelante tengo que estudiar mucho más y defender la lámpara para que luzca siempre en mi carrera”.

Su padre, Félix Romero, es guitarrista, y tanto la madre como los hermanos llevan toda la vida dedicada a Celia. “La verdad -indica – es que estamos muy orgullosos de que haya ganado la lámpara. Miguel de Tena la preparó muy bien, aunque a mí me gustaría que Extremadura tuviera escuelas de flamenco porque la región viene empujando, tiene una buena cantera de jóvenes cantaores y es lamentable que tengan que hacer lo que hicimos nosotros, marcharnos a otros lugares para que pudiera formarse sin poder disfrutar de unas merecidad vacaciones”.

Félix recuerda los primeros pinitos de su hija en un escenario. Explica que a Celia la puso a cantar por primera vez en un festival organizado para recaudar dinero para la iglesia del pueblo. “Tenía 7 años, no llegaba sentada con los pies al suelo, y con su trajetito azul impresionó a todo el público. Ahí comenzó esta historia”.

Ahora su mellizo, Felisín, la acompaña en sus conciertos tocando el cajón y las palmas. A la madre, en cambio, no le entusiasma el flamenco, el de su hija y poco más.

A raíz del triunfo en el Cante de las Minas la vida de la joven cantaora ha dado un vuelco importante. Ahora los contratos han aumentado al igual que los festivales en las que se la requiere. Tras presentar el trofeo y actuar en Talarrubias el día 24, viajará a Teruel y a otros escenarios aún por cerrar.

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