La cartelera incorpora la resaca de 'Resacón en Las Vegas', el tercer 'Jackass' y 'Agnosia'

CULTURA | Cine | La cartelera cinematográfica engorda hoy con tres nuevos estrenos, pero la incorporación no resulta demasiado provechosa, pues se limita a un par de gamberras comedias menores, por rutinarias y anarrativas, respectivamente, y un indigesto pastel nacional en el que importa más el envoltorio que la sustancia. Resumiendo, llegan 'Salidos de cuentas', 'Jackass 3D' y 'Agnosia'.

El director estadounidense Todd Phillips ('Resacón en las Vegas') dirige a Robert Downey y Zach Galifianakis en 'Salidos de cuentas', una comedia muy gamberra, muy al estilo de su anterior bombazo taquillero, en la que la risa está asegurada, pero menos; lo más manso y previsible que ha dado su carrera hasta ahora.

Dim lights Embed Embed this video on your site

Tráiler de 'Salidos de cuentas'

En 'Agnosia', la película de Eugenio Mira, estamos en la Barcelona de finales del sigo XIX, una ciudad perfectamente intercambiable, universal, que sirve de marco a una historia que promete mucho en el inicio por su cuidada factura visual, su esmerado diseño de producción -si bien sobrecargada musicalmente-, pero que queda en nada; porque cada cosa va por su sitio (entre otras cosas el ritmo de la música y la puesta en escena, ambas tareas obra de Mira), y la tentativa de popurrí se queda en eso, en tentativa.

Dim lights Embed Embed this video on your site

Tráiler de 'Agnosia'

'Jackass 3D', en cambio, no engaña a nadie: es una nueva entrega cinematográfica de un producto que comenzó como una serie de culto en el canal MTV y que hoy en día cuenta con millones de adeptos en todo el mundo a base de extremar el legendario 'humor amarillo'.

Y, para terminar, una curiosa noticia cinematográfica: una orden judicial ha provocado la paradoja de que, en la XXI Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, se prohíba el pase de la película 'A serbian film' -que ya levantó un sonado revuelo a su paso por el Festival de Sitges hace unos días- al tiempo que el público le concede un premio por "convertirse sin ser proyectada en símbolo de la libertad de expresión". Cosas de la inquisición española del siglo XXI -que ya hizo algo parecido con 'Saw VI'- y del victimismo radical de los espectadores.