CULTURA | Cine | El Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA) es una de las entidades públicas más complicadas de dirigir en España, pues son muchos los intereses contrapuestos -televisiones, distribuidores, productores- en un sector "intervenido y subvencionado que plantea siempre escenarios de conflicto"; por eso, los directores generales de la cosa (casi) siempre abandonan su puesto rodeados de polémica. Ahora le ha tocado el turno a Ignasi Guardans que, para no ser menos, ha sido destituido por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, por pérdida de confianza, y será sustuido por Carlos Cuadros. Guardans llegó al ICAA como una apuesta personal de la ministra, tras ser desterrado a Europa por su formación política, Convergència i Unió, pero desde muy pronto sus malas formas -se ha metido en todos los charcos posibles- han ocultado sus buenas intenciones -liberalizar un negociado demasiado dependiente de las subvenciones públicas-; y ha terminado pagando cara su equivocación: tanto, que su salida es aplaudida por los cineastas y criticada por los productores; y el cine, más que un negocio, es un arte.

Su sustituto será Carlos Cuadros, director hasta ahora de la Academia de Cine; un actor, periodista y gestor cultural que, según cuentan "ha logrado fama de trabajador de carácter afable, de hombre de palabras suaves y labor constante". Falta le van a hacer todas esas virtudes para lidiar con un sector que le espera, de antemano, con división de opiniones.

Fuente: www.nosolomerida.es